miércoles, 10 de febrero de 2021

Vicent

 


Anoche soñé que me encontraba por la calle con uno de los profesores que me -nos- pegaba en el colegio. Sí, “uno de”, porque había varios con la mano suelta. Recuerdo otro, el padre Canal, que incluso tenía una regla de madera -a la que llamaba cariñosamente “Matilde”- que utilizaba para repartir las hostias no consagradas. Todo esto, por cierto, con el conocimiento expreso y, por tanto, consentimiento de la dirección del colegio. Luego que por qué detesto a los curas.

A lo que iba: mi encuentro onírico con Vicent, que así se llamaba el profesor agresor en cuestión. He de reconocer que muchas veces le he dado vueltas a la posibilidad de que esto ocurra en la realidad. En el hipotético caso de que sucediera y él no fuera solo, había pensado revelar a sus acompañantes su pasado como agresor de niños. Aunque la verdad, dudo que su entorno lo desconozca porque debe ser algo difícil de ocultar. También había barajado preguntarle a él si seguía pegando (me consta que aún ejerce) como antes. Y, no voy a mentir, por supuesto me he regodeado en la idea de devolverle alguno de los golpes que él tan generosamente me dio hace casi 30 años. Pero claro, ya debe ser un señor mayor y eso desmerece cualquier opción violenta.

Sin embargo, en el sueño de anoche lo que hice fue quitarle unas llaves que llevaba en la mano y tirárselas al suelo, debajo de un coche. Curiosamente, lo único que yo quería era verle arrastrase recogiéndolas. He de decir que como idea de venganza contra un agresor me parece un poco floja, pero tenía bastante impacto visual verlo a cuatro patas, humillado.

Lo mejor del sueño, sin duda, fue lo que me dijo al encontrar las llaves: “¿Sabes? me llega todo lo que escribes”. Yo le respondí que era imposible, que lo guardaba todo y que como mucho enviaba algún relato a algún concurso. “Pues me llega. Y es todo una puta mierda”, zanjó. Hasta en sueños sabe hacer daño, el cabrón.

2 comentarios:

  1. 😍😍😍😍 Escriba más usted por aquí, que lo hace muy bien. #putovicent

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  2. jaja gran relato. Yo estuve allí hace 30 años y puedo confirmar la veracidad porque yo también me llevé unas cuantas ostias. #putovicent

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