miércoles, 30 de marzo de 2011

Los inútiles


Dado que el término puede abarcar a mucha gente, especifico: Por inútil me refiero a aquel empleado/a de atención al público que no tiene (sí, ¿porque no decirlo?) ni puta idea de lo que hace. Son muy fáciles de detectar porque cumplen a rajatabla las siguientes características:

• Actitud dubitativa. Tardanza en las respuestas y excesivo uso de muletillas e interjecciones. Vamos, no pasarían el polígrafo ni diciendo su nombre.

• Nunca reconocen un error o un problema. Todo está siempre dentro de la normalidad. ¿Tu ADSL lleva un mes sin conexión a Internet? El inútil conoce la solución: reinicia el router. ¿Que ya lo habías probado? Entonces es que no has esperado los 10 minutos de rigor antes de volverlo a encender. Prueba otra vez que seguro que así funciona. Si no ya vuelves a llamar luego, si eso.

• “Ahora te lo miro”: Cualquier compromiso adquirido por un inútil es papel completamente mojado. Te puede jurar por su madre y sobre la Biblia que en cuanto finalice la conversación te mandará un mail con cierta información o que te devolverá la llamada al día siguiente. Es completamente falso, NUNCA volverás a saber nada de él.

• Argumentaciones incoherentes, inconexas e incluso ridículas: “eeeh, sí, el fallo en la conexión probablemente se debe a una caída temporal de la línea en su zona” –“¿una caída temporal de un mes?” –“[…] esto, a ver que lo consulte en el oráculo sistema. Me puede decir su número de línea?” -“¿por cuarta vez?” -Piii piii, piii piii, piii piii

Muchos piensan que todos los inútiles del mundo están concentrados en el servicio al cliente de las operadoras telefónicas. Éste es un doble error. Primero porque los inútiles están repartidos por todas partes -ubicuidad- y segundo porque en las operadoras también hay gente muy válida -leyenda-. Eso sí, es verdad que en primera línea, haciendo gala de una crueldad muy marcial, las compañías suelen colocar carnaza para resistir el ataque de los furiosos clientes.

Como conclusión: mucho cuidado con los inútiles! Te pueden suponer un derroche de tiempo, dinero y mal humor. Lo mejor es identificarlos a tiempo y no mosquearse mucho. Y luego escribir un artículo en un blog.


Dedicado a la recepcionista inútil que me hizo esperar el otro día dos horas en la puerta de la consulta de un médico que no trabajaba ese día y a las dos inútiles auxiliares que me aseguraron que era normal que durante una hora y media no hubiese entrado ni salido nadie de esa misma consulta. Gracias a las tres porque, además de perder la tarde, me tocó volver otro día.

1 comentario:

  1. Pues sí, lo de los técnicos de atención al cliente es un mundo aparte. Un mundo de pesadilla, quiero decir. Y, vamos, entiendo que no es precisamente el trabajo de los sueños de nadie (no me imagino a un niño al que preguntan, "¿qué quieres ser de mayor?" respondiendo "quiero ser técnico de atención al cliente," ahí todo sonriente) pero que no lo paguen con el cliente, que si nadie llamase no tendrían curro. Recuerdo una vez que llamé a cierta compañía eléctrica porque llevábamos en toda la calle (sí, en toda la calle) día y medio sin luz (sí, día y medio) para preguntar cuándo se iba a arreglar y el muy imbécil del teleoperador, sin preguntarme ni la dirección ni el DNI ni nada, me dijo que pagara las facturas y ya vería cómo entonces tendría luz. Ni que decir tiene que le dije de todo menos bonito.

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