Viñeta de El Jueves sobre el CETA http://www.eljueves.es/temazo/que-nos-cuelen-con-ttip-canadiense-2_778/3 |
“A mí me parece
irresponsable ponerse en contra de un acuerdo ejemplar. Si no llegamos a un
acuerdo con Canadá, ¿con quién vamos a hacer acuerdos de libre comercio?”.
Así justificaba la semana pasada Albert Rivera su apoyo al CETA
en el Congreso, como respuesta a un PSOE que en un arranque izquierdoso
anunció
que votaría en contra, aunque poco después cambiaría de opinión –¿el
PSOE
cambiando de criterio? Inaudito- para decir que solo se abstendría.
Detengámonos por un
momento en la argumentación expuesta: el acuerdo es positivo simple y
llanamente porque se firma con Canadá, que viene a ser un país como
EEUU, pero molón. En Canadá son progres, ricos, liberales, modernos y
además no se matan a
tiros como sus vecinos. ¿Por qué iba a ser malo firmar un acuerdo con
ellos?.
No hace falta leer la letra pequeña, ni la grande, ni explicarla. Que el
CETA
pueda ser lesivo para los intereses españoles nos la pela. Que pueda
someter la
soberanía nacional a tribunales de arbitraje PRI-VA-DOS, también. Canadá
es
guay, joder. Firmemos.
Unidos
Podemos se opone a la firma del tratado y además propone una solución
de ese tan manido sentido común del que presume el extremo
centro: someter la legalidad del texto al escrutinio del TC español.
¿Quién
mejor para dirimir la constitucionalidad de este tratado? Pero no. La
sacrosanta
Constitución parece que no es tan sagrada ni tan santa como nos la
venden. Al
menos cuando pone en riesgo los intereses de los oligopolios que
realmente nos
gobiernan.
Otro
gran argumento a favor del CETA es que Le Pen votó en contra. Como Le
Pen es el mal -> todo lo que haga Le Pen, ídem (esperemos que a Le
Pen no le guste la cerveza y el jamón, o estamos jodidos).
Falacia ad hominem de primero de Lógica, pero efectiva sin prensa
crítica y con un electorado próximo al hooliganismo. Además se pasa por alto mencionar que también votaron en contra los socialistas
franceses, belgas, polacos y toda la izquierda europarlamentaria. Pecata
minuta.
Como
mínimo deberíamos exigir que nos trataran como personas con cierto
nivel de inteligencia y criterio, evitando ridículos infantilismos,
falacias y demagogias de barra de bar. Pero qué podemos esperar de un
parlamento presidido
por el muy español y mucho español Mariano Rajoy.
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