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| Portada de La Gracieta 11-6-2013 |
“El viejo mundo se muere. El
nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surge Esperanza Aguirre” - (A. Gramsci).
Bueno, siendo estrictos quizá no se refirió exactamente a “Esperanza Aguirre” y
dijo algo más genérico (“surgen los monstruos”), pero para el caso viene a ser
lo mismo. Este particular monstruo -la lideresa- es obvio que está resurgiendo y que cuenta con muchos
apoyos. Tantos que sobre el papel parecería tener incluso posibilidades de
gobernar. Ya se sabe del tradicional gusto español por la sumisión, la mano
dura y el “¡vivan las caenas!”, y esta señora encarna esa imagen a la
perfección. Además disfruta de una inexplicable fama de persona “coherente con
lo que dice”. Ella, la liberal que no había trabajado en su vida para una
empresa privada hasta la temprana edad de 61 años. Ella, la beligerante contra
los chollos y las “mamandurrias” (sic) que ha enchufado por obra y gracia de la
dedocracia a su hijo y a su hermana en la administración pública. Ella, que
recogió firmas para bajar los impuestos y luego los subió en su comunidad. Ella,
la demócrata de toda la vida que llegó al poder comprando los votos de dos
socialistas (Tamayazo). Ella, que dice que hay que eliminar tope inferior del salario
mínimo mientras cobra más de 5.000€ al mes. ELLA, la coherente.
Muy en esta línea tenemos otro monstruo, este con bigote (o algo parecido y misterioso en la parte superior del labio), que podemos encontrar hoy en la portada de todos los periódicos de la caverna. El mítico Josemari -nuestro hombre guepardo-, el libertador de Perejil, el creador de la burbuja inmobiliaria, el criminal de guerra y ahora el nuevo salvapatrias español. Otro coherente al que por lo visto le dio ayer por atacar a los “nacionalismos” (entrecomillo porque en este contexto el patriotismo español, contrariamente a cualquier lógica, no está incluido) olvidándose repentinamente de que él mismo formó gobierno con CiU, PNV y calificó a ETA de “frente nacional de liberación vasco”. ¡Viva el vino!
No obstante, estoy de acuerdo con la idea que sugieren muchos de que Aznar solo ha entrado en juego para despistar a la defensa y dejar a Espe rematar sola de cara a portería. Tanto es así que sólo con su amenaza de volver Josemari ha hecho incluso parecer a Rajoy un poco menos malo, ¿verdad? Sí, sólo un poco, no exageremos.
Podría seguir enumerando monstruos facciosos pero, en esta España tan propicia para la derechona, la lista se alargaría demasiado (venga, sólo uno más: la abanderada de la anti-política que lleva más de 30 años viviendo de la política… tr-r-r-rr-r-rr ¡Rosa Díez! *tachán*).
En cualquier caso, no nos engañemos. Sólo hace falta volver un poco la vista atrás para saber cuál es el auténtico monstruo de la izquierda: nosotros mismos. Ese es el que primero tenemos que vencer.
Salud y República
Muy en esta línea tenemos otro monstruo, este con bigote (o algo parecido y misterioso en la parte superior del labio), que podemos encontrar hoy en la portada de todos los periódicos de la caverna. El mítico Josemari -nuestro hombre guepardo-, el libertador de Perejil, el creador de la burbuja inmobiliaria, el criminal de guerra y ahora el nuevo salvapatrias español. Otro coherente al que por lo visto le dio ayer por atacar a los “nacionalismos” (entrecomillo porque en este contexto el patriotismo español, contrariamente a cualquier lógica, no está incluido) olvidándose repentinamente de que él mismo formó gobierno con CiU, PNV y calificó a ETA de “frente nacional de liberación vasco”. ¡Viva el vino!
No obstante, estoy de acuerdo con la idea que sugieren muchos de que Aznar solo ha entrado en juego para despistar a la defensa y dejar a Espe rematar sola de cara a portería. Tanto es así que sólo con su amenaza de volver Josemari ha hecho incluso parecer a Rajoy un poco menos malo, ¿verdad? Sí, sólo un poco, no exageremos.
Podría seguir enumerando monstruos facciosos pero, en esta España tan propicia para la derechona, la lista se alargaría demasiado (venga, sólo uno más: la abanderada de la anti-política que lleva más de 30 años viviendo de la política… tr-r-r-rr-r-rr ¡Rosa Díez! *tachán*).
En cualquier caso, no nos engañemos. Sólo hace falta volver un poco la vista atrás para saber cuál es el auténtico monstruo de la izquierda: nosotros mismos. Ese es el que primero tenemos que vencer.
Salud y República
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