miércoles, 15 de julio de 2015

El triunfo de la mediocridad

¡Feliz 14 de julio!
No hay nada más español, por encima de la paella, la folclórica e incluso la siesta, que alegrarse por el fracaso ajeno. Y más cuando el fracasado es el díscolo que no supo acatar las normas, que para algo están. De hecho la mejor estrategia social en España es no destacar, ni para bien ni para mal. El que se salga de la fila, capón. Quizá sea por eso que tengamos a un mediocre de la talla de Rajoy como presidente. No obstante así ha sido durante siglos, una larga lista de gobernantes torpes, felones e inútiles -de los que hasta hoy perdura su linaje- ha arruinado una y otra vez las posibilidades de este país.

Pero a lo que vamos, no escribo estas líneas para rememorar las miserias de nuestra Historia; quiero hablar hoy de ese sentimiento tan patrio -y tan mezquino- que es el regocijo con la desgracia ajena.

Ayer pudimos presenciar en las redes y en los medios la alegría, contenida o no, de los que celebraban la claudicación de Grecia ante nuestra presidenta no oficial (führer Merkel). La oveja que se había salido del redil volvía a él con las orejas gachas y bien escarmentada. Nuestro Espartaco se había dado cuenta por fin de que no hay nada que hacer ante el amo, salvo arrodillarse. Asumidlo griegos, las cosas son así y no las podéis cambiar, sois tan mediocres y cobardes como nosotros.

Lo más irónico es que muchos de los que lo celebran son trabajadores, ya sean asalariados o pequeños autónomos, que en su afán porque el demonio de Podemos pierda votos no alcanzan a ver que la siguiente pieza de caza son ellos. ¿O qué creen que hará ahora el gobierno del PP cuando el poder financiero, en cualquiera de sus formas (ex Troika, FMI, BCE, Merkel, etc.), pida más sangre? ¿Plantará alguien cara cuando se nos exijan más “reformas”, más contención salarial, más recortes, más privatizaciones y más impuestos con el cadáver de Tsipras aún caliente sobre la mesa?

Pero, ¿qué más da? Por ahora hay alguien aún más jodido que nosotros, celebrémoslo.

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