Venceréis, pero no convenceréis

En octubre de 1936 los falangistas, con Millán-Astray a la cabeza, ocuparon la Universidad de Salamanca al cuanto menos paradójico grito de “¡Viva la muerte! ¡Muerte a la inteligencia!”. Fue en aquel momento cuando el ilustre rector de la seo Miguel de Unamuno pronunció su famosísimo discurso: "[…] Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaríais algo que os falta: razón y derecho en la lucha”.

Hoy, 78 años después, volvéis a vencer, vosotros, porque sois los mismos, los hijos y los nietos de los enemigos de las urnas. Hoy vuelve a ganar la cobardía frente al valor y la imposición frente a la razón. Pero hoy los demócratas somos más conscientes que nunca de que perderéis porque seguís sin persuadir, y esta vez no nos podréis detener por la fuerza.

Hoy y siempre: salud y República.