miércoles, 13 de abril de 2011

Garrafone



Un amigo tiene la teoría de que todo en la vida se puede comparar con anécdotas de los Simpson. El pasado sábado me vino esa idea a la mente, cuando tras dos semanas esperando a que el servicio de garantía de Garrafone me arreglara el teléfono, el dependiente de la tienda oficial me devolvió el móvil tal y como yo lo había dejado y me dijo simplemente que estaba “irreparable”. Me recordó al capítulo de los Simpson en el que los niños del colegio encuentran el esqueleto de un supuesto ángel en una excavación y Lisa, escéptica como es ella, le lleva una muestra al científico de Springfield para que la analice. Días más tarde, mientras Homer se forra explotando la exhibición del hallazgo en el garaje, llega corriendo el científico a casa de los Simpson. Inmediatamente le dice el resultado de las pruebas a Lisa: inconcluyente. La decepcionada Lisa le pregunta que entonces por qué venía con tanta prisa. El científico le responde preguntándole dónde está el baño. Al final del capítulo se descubre que ni siquiera había analizado la muestra.

Matt Groening a parte, no deja de sorprenderme la tomadura de pelo de Garrafone. Estando el terminal en garantía, a la pueril edad de ocho meses, me dicen que no se puede arreglar y que no me queda otra que gastarme 200€ si quiero un móvil similar. Por si fuera poco, para conseguir que lo dejaran en un cajón  tramitaran la reparación semanas antes también me tocó pelear. Claro, con una compañía telefónica hemos topado. Y si no te gusta te vas. Pues eso hice, hasta nunca Garrafone! Hola flamante HTC Desire.

4 comentarios:

  1. Que lástima ... dos años para descubrir internet en el móvil, limpia ratas de pacotilla! :-P

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  2. jajaja más vale tarde q nunca, picapleitos!

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  3. ¡Qué fuerte! Pero si no se puede arreglar tendrán que darte otro, ¿no? Deberías meterles una denuncia.

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  4. Pues sí, debería al menos haber pedido el libro de reclamaciones. Pero me pudo más la pereza que la indignación, la verdad.

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