El
pasado día 3 de este mes La Gaceta nos sorprendió con una excelente noticia:
“ETA entregará las armas entre el 17 y el 22 de diciembre”. Este período de
fechas tan concreto tiene toda la credibilidad que el lector quiera darle pero,
si efectivamente es así, lo lógico es que la entrega se realice entre mañana y
pasado. Es previsible, y conociendo lo bien que domina el “marketing” la banda
(ex)armada, que no querrán compartir protagonismo mediático con las
tradicionales escenas de alegría del sorteo de Navidad del 22-Dic.
Y con esto viviremos la extinción definitiva de ETA. Nadie podrá poner en duda ya el “cese definitivo de la violencia” anunciado hace dos años. Bueno, poder podrán, y de hecho lo harán con toda seguridad, pero ya sin ninguna credibilidad ni argumento. Sólo quedará un paso simbólico: la disolución formal de la banda. Pero lo dicho, eso ya es meramente simbólico.
Llegados a este punto es necesario hacerse varias preguntas: ¿Qué sentido tiene hoy la Ley de Partidos? ¿Está justificada la dispersión de presos pertenecientes a una organización inactiva y desarmada? ¿Por qué razón siguen Arnaldo Otegi y los condenados por el caso Bateragune en prisión (Diez razonespara excarcelar a Arnaldo Otegi)? ¿Hay presos políticos en España?
La justicia es el mejor antídoto contra el terrorismo.
